En verano, las ensaladas se convierten en protagonistas indiscutibles de la mesa gracias a su frescura, versatilidad y valor nutritivo. Sin embargo, lo que realmente marca la diferencia en una buena ensalada es el aliño. Utilizar un buen vinagre puede transformar por completo el resultado final del plato. Dos opciones especialmente valoradas por su sabor único son el vinagre de Jerez y el vinagre de Módena.
El vinagre de Jerez, con su aroma intenso y su sabor equilibrado, es ideal para ensaladas con ingredientes más robustos como escarola, queso curado, frutos secos o atún. Su origen andaluz y carácter profundo aportan un toque gourmet a cualquier receta, además de combinar perfectamente con aceite de oliva virgen extra.
Por otro lado, el vinagre de Módena, más dulce y con textura ligeramente más densa, es perfecto para ensaladas con fruta, como higos, fresas o manzana, o con toques de queso de cabra o nueces. También funciona muy bien en reducciones para decorar y dar sabor a platos fríos.
Incorporar ambos vinagres a tu cocina permite experimentar con contrastes y matices. Ya sea una ensalada clásica o una propuesta más creativa, el uso del vinagre de Jerez o del vinagre de Módena eleva la calidad del plato, aportando identidad y sofisticación a tus recetas veraniegas.4o